Dependencia emocional. Aprender a reconocerla para poder superarla.
La vida puede cambiar de un momento a otro.
La persona que hoy amo quizás el día de mañana ya no sienta la misma atracción y cariño que yo siento.
¿Estaré preparado por si llega la separación?
Y si empiezo a ver señales de que he perdido su interés…
¿Podré lidiar contra la dependencia emocional?
Por mi bienestar, debo aprender a reconocer una dependencia tóxica y alejarme de ella.
Solo de esta manera podré superar el temor y lograr mis metas.
En este artículo, expreso algunas recomendaciones para detectar a este enemigo silencioso.
También mostraré cómo combatirlo y evitar que apague la llama del sentido de mi vida.
¿Qué significa la dependencia emocional?
Implica un apego intenso hacia una persona.
Por lo general, suele presentarse en las relaciones sentimentales, pero también puede darse entre las amistades fuertes o en los parentescos.
Conozco matrimonios en los que uno de los dos muestra amor y el otro no.
La persona desinteresada suele marcharse del círculo familiar, mientras que el otro individuo intenta todo por evitar la ruptura.
No es capaz de encontrar razones para persistir. Quizás ponga como pretexto a los hijos o a los sueños que en algún momento compartieron.
¿Cómo reconocer la tendencia a aferrarse emocionalmente a otras personas?
Las emociones pueden crear una gran confusión.
Es muy frecuente que la persona crea que después de la ruptura es el amor lo que la motiva a buscar una segunda oportunidad.
En realidad, es el temor a no superar la pérdida lo que impulsa a insistir en continuar la relación.
Quizás el individuo que insiste en la relación se enferme o pase las noches con angustia.
Se vuelve incapaz de tomar sus propias decisiones. Puede invadirlo un sentimiento de culpabilidad cuando hace algo que desea o lo hace feliz.
Quienes muestran esta persistencia a continuar una unión tóxica suelen ser menos cuidadosas en sus futuras relaciones.
Se conforman con la primera persona que se presenta en su camino, aunque sea posesiva.
Si tengo el hábito de aferrarme a las personas, sin darme cuenta podría ceder a los intentos ajenos por rebajar mi autoestima.
Esa necesidad de aceptación me llevaría a aceptar maltratos y humillaciones con tal de no perder a nadie. Esto implicaría ceder el control de mi vida y de mi dignidad en manos de terceros egoístas.
Consejos para superar esta situación y evitar que controle nuestras vidas
Las rupturas son dolorosas, incluso para quienes tienen la autoestima saludable.
Lo importante es reconocer que puedo tener el control de mi vida sin importar quién esté a mi lado, si es que lo hay.
A continuación, describo algunas recomendaciones para romper con el ciclo negativo de la dependencia.
Identificar lo que deseo y lo que soporto contra mi voluntad
Existen cosas que hago porque las disfruto aunque otros las desprecien.
Es conveniente que escriba una lista con dichos aspectos de la vida que me hacen feliz cuando las realizo.
Pero debo ser realista y anotar lo que soporto con tal de no perder a alguien.
Esta última lista puede contemplar los siguientes puntos:
- Dejarme regañar en público.
- Hacer favores ajenos y que eso me haga sacrificar mi tiempo y deberes.
- Permanecer al lado de alguien por mis hijos.
Es necesario detectar estas señales para crear un plan correctivo.
Esta lista puede crecer según las observaciones de personas que realmente me quieren y valoran.
Rodearme de personas que me aprecian
Tengo que buscar amistades que me motiven a crecer, no que tengan el deseo de controlarme.
Existe una gran cantidad de buenas personas por conocer en este mundo. Debo estar dispuesto a encontrarlas.
Trabajar en las actividades que más me hacen feliz
En las relaciones tóxicas, es común que el manipulador ridiculice los intereses de la otra persona.
En mi caso, no cederé a la burla ni a las críticas, incluso si vienen de quien sentía apego.
Cada día trabajaré por lograr una mejor versión de mí; no dependeré de nadie más.
Pedir ayuda si es necesario
Para erradicar la dependencia emotiva, es importante reconocer que es un mal que requiere acción urgente.
En ocasiones, los humanos no tenemos la capacidad para luchar con nuestras propias fuerzas.
Es aquí donde entiendo la importancia de consultar nuestro caso con expertos en salud mental y transformación personal.
Los terapeutas son personas formadas y con experiencia que pueden guiarme hacía la conexión con mi interior y mis potencialidades.
Estos profesionales tienen técnicas para ayudarme a descubrir las razones por las que me aferro a cierta persona.
Así podré descubrir que realmente no necesito de dicho individuo y puedo desecharlo de mi vida.
El terapeuta puede ayudarme a crear patrones de conducta que me ayudan a levantar mi autoestima.
También podré desarrollar habilidades para establecer nuevas amistades.
Y podré ser más exigente con quienes me rodeo: no dejaré que quien desea destruir mi vida entre a ella.
Deseo que todas las personas que luchan contra una dependencia emocional puedan ganar su batalla.
Todos merecemos ser felices y debemos sacar de nuestra vida a quienes intentan arruinar dicho objetivo.
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